Sensibilización en derechos y formación para la generación de ingresos en Macharetí. x53w
En los últimos años, la pandemia y la polarización política han supuesto un duro golpe para las poblaciones más vulnerables de Bolivia. En este contexto, Manos Unidas y el Instituto de para el Desarrollo Rural de Sudamérica han puesto en marcha un proyecto para apoyar a los territorios de Macharetí y Huacaya.
Las poblaciones de los territorios de Macharetí y Huacaya, al igual que buena parte de las familias bolivianas, están haciendo frente a una profunda crisis económica que provoca el deterioro de las condiciones de vida y limita las oportunidades y capacidades para impulsar actividades generadoras de ingresos. Las mujeres se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad como consecuencia de su dependencia económica y escasa participación en los espacios de toma de decisión.
En este contexto, los problemas e intereses de las mujeres son invisibilizados. Por ello, el Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), Manos Unidas y los Ayuntamientos de Sevilla y Málaga colaboran en un proyecto que trata de defender sus derechos y fortalecer su participación en la vida social y económica de sus comunidades.
Con una duración de dos años, el proyecto se ubica en los territorios de Macharetí, Huacaya y Villamontes en la zona del Chaco Boliviano.
Asimismo, el proyecto trata de fortalecer las capacidades de las organizaciones sociales y reducir la desigualdad a través de distintas actividad y sesiones de formación, como las que aparecen a continuación:
El objetivo de estas actividades es dotar a las mujeres de recursos suficientes para que conozcan sus derechos y que puedan emprender nuevas actividades económicas a través de cursos de transformación de alimentos, elaboración y comercialización de textiles, así como otras iniciativas que impulsen las economías locales.
Un ejemplo de esta línea de trabajo fue la formación que el pasado mes de junio tuvo lugar en la localidad de Macharetí, donde mujeres trabajadoras del sector primario participaron en un curso de gastronomía chaqueña guaraní, con el fin de impulsar su aprendizaje y fomentar la innovación. Para Juana Quispe, una de las participantes, el curso las ha ayudado «a abrir la mente como mujeres y como madres. Ahora estoy pensando en abrir un restaurante que ofrezca comida saludable de verdad, para yo emprender y que mis hijos coman bien».
El proyecto, que se alinea con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 10, 1 y 5, apoyará directamente a 131 artesanas y artesanos, fomentará el reconocimiento del aporte económico de las mujeres y mejorará los espacios de gobernabilidad y participación a nivel local.
