Proyecto de emergencia en la zona afectada por el tifón Rolly. 3w1147
Te lo contábamos hace unas semanas: el paso del tifón Rolly, internacionalmente conocido como Goni, por la isla filipina de Luzón, llevó a una población, que todavía se recupera de los de los desastrosos efectos de la pandemia de Covid-19, a enfrentarse a una nueva catástrofe.
La región de Bicol se localiza al sur de la isla filipina de Luzón y es una de las zonas habitualmente más castigada por los tifones, al ser la puerta de entrada de estos fenómenos naturales en la isla. En Bicol residen comunidades que practican la agricultura y la pesca de subsistencia y que son altamente vulnerables a los cambios extremos en la climatología: sequías o, como en este caso, inundaciones.
Como consecuencia del paso de Rolly por Bicol, más de un millón de personas tuvieron que ser evacuadas y se estima que se han destruido, parcial o totalmente, 278.707 casas. Las pérdidas en la agricultura, sobre todo arroz y maíz, ganadería y pesca, ascendieron a más de 62 millones de euros, por lo que es muy urgente rehabilitar los medios de vida de los pequeños agricultores y pescadores que se han visto gravemente afectados.
Los gobiernos locales están pidiendo ayuda a instituciones gubernamentales y privadas para ayudar a las familias a reconstruir y rehabilitar sus casas totalmente dañadas y sus medios de vida.
El consorcio BCDI, socio local de Manos Unidas que trabaja en las provincias de Albay, Catanduanes, Sorsogón y Camarines y que es un referente en materia de prevención y gestión de riesgos de desastres naturales, ha hecho un llamamiento a distintos donantes para dar respuesta a las necesidades que 3.685 familias sin recursos, cuyas viviendas han quedado destruidas. El proyecto tendrá una duración de 6 meses y beneficiará directamente a aproximadamente 14.740 personas.
Manos Unidas se ha sumado a este proyecto de emergencia, que va a proporcionar materiales de construcción y a coordinar los trabajos de recuperación de las viviendas, en el que participa, mayoritariamente, la ONG alemana Misereor.
El consorcio BCDI es uno de los socios preferentes en los convenios que Manos Unidas y la AECID llevan a cabo en Filipinas.
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