La Economía de Francisco: una economía con alma 7120g

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Durante sus doce años de pontificado, el papa Francisco siempre abogó por una economía centrada en la justicia social. En su encíclica Laudato Si (2015), advirtió sobre el deterioro de la calidad de vida y la exclusión social, señalando problemas como la construcción desenfrenada, la contaminación creciente y la privatización de los espacios públicos, entre otros.

La Economía de Francisco, basada en la vida del santo Asís, que eligió abrazar la pobreza en el siglo XIII, propone construir un nuevo modelo económico y social. Fue precisamente en esa ciudad italiana donde el papa Francisco convocó en 2024 a miles de jóvenes economistas, emprendedores e investigadores. El objetivo de ese encuentro fue cuestionar las leyes económicas que están en el origen de la desigualdad y de la exclusión.

Esa nueva economía, según promovía el Santo Padre, tendría que ser socialmente más justa, económicamente viable, ambientalmente sostenible y éticamente responsable. El papa Francisco siempre denunció que el mundo es rico y, sin embargo, los pobres no paran de aumentar.

Una economía que pone a las personas en el centro 5j291v

En Manos Unidas llevamos años luchando contra el hambre, la pobreza y la desigualdad. Pero sabemos que no basta con asistir en las necesidades básicas: también es urgente transformar las causas que generan las desigualdades. Coincidimos con el difunto Papa en que vivimos en un mundo donde muchos quedan descartados, y eso tiene que ver, en efecto, con un modelo económico que prioriza las ganancias sobre la vida. Ante esto, el papa Francisco nos propone otra manera de entender la economía: una economía humana, solidaria y justa.

La Economía de Francisco es una invitación a cambiar el modelo económico actual por uno que ponga en el centro a los más pobres, que promueva el trabajo digno, cuide el medioambiente y valore la diversidad de los pueblos. No se trata solo de números, sino de construir una economía con alma, donde nadie se quede fuera del banquete de la vida.

Esta propuesta nos hermana con muchas personas del mundo con un mismo sueño: una economía al servicio de la vida.

En Manos Unidas, desde hace 65 años, apostamos por el desarrollo desde abajo, apoyando a comunidades del Sur en sus propios caminos de crecimiento. Promovemos proyectos de economía social como cooperativas, comercio justo, microcréditos, emprendimientos locales... Porque creemos que el desarrollo tiene que ser local, justo, sostenible y respetuoso con todas las culturas.

Además, desde la Educación para el Desarrollo, entendemos que la verdadera prosperidad no es acumular, sino vivir con dignidad, en paz y en comunidad, compartiendo lo que tenemos.

Porque como mantuvo el papa Francisco hasta el final, «un mundo rico y una economía vibrante pueden y deben acabar con la pobreza». Por tanta coherencia, gracias de corazón.

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