Solidaridad y conocimiento se han unido en la inauguración de la exposición de Manos Unidas “La mujer del siglo XXI” que ha acogido la Facultad de Enfermería de la Universidad Católica de Valencia, coincidiendo con las celebraciones del Día de la Mujer. 4b5r40
La delegada de Manos Unidas Valencia, Ana Ruiz Ruiz, ha asistido a esta presentación y ha agradecido que se de visibilidad a las mujeres de toda condición. La decana adjunta de la Facultad de Enfermería de la UCV, Elena Castellano, nos ha recordado que las acciones solidarias “deben llegar más allá, no quedarse solo aquí”.
Han intervenido también estudiantes de enfermería que han dado testimonio sobre su experiencia como voluntarias en países donde la mujer sigue sufriendo muy duras situaciones de marginalidad.
“Sin educación no tenemos nada”, ha afirmado Paula Expósito, participante de Prácticas Internacionales y Proyecto de Cooperación en el Amazonas 2020. “Las mujeres informan y capacitan a su comunidad”, realidad que compartimos en Manos Unidas bajo el lema “quien educa a una mujer, educa a un pueblo”. Paula Expósito nos da dado un testimonio que muestra la durísima vida de mujeres y, peor aún de niñas, que viven una realidad que en nuestro mundo impresiona por su tremenda injusticia: “me impactó la pasividad de una gestante de 13 años ante una amenaza de aborto. Era una niña que ni siquiera era consciente de lo que le informábamos”.
Y es que durante su voluntariado en Perú ha convivido con mujeres acostumbradas a ser madres de hasta 12 hijos, empezando con apenas 14 años, lo que da muestra de que “La mujer del siglo XXI” como muestran los carteles de la exposición “está lejos de tener los mismos derechos que el hombre. Es víctima de la discriminación, los malos tratos, la violencia… las mujeres y niñas siguen siendo mayoría entre la población más pobre, excluida y vulnerable”.
Manos Unidas trabaja para estar cerca de estas mujeres y para transmitir a nuestra sociedad el espíritu creativo y de lucha con el que contribuyen al desarrollo y a la transformación de sus familias y comunidades.
La estudiante Nahia Ruiz de Arbulo (participante en las misiones Interuniversitarias 2017 / 2018 y 2019 en Perú y México) vivió situaciones también en las que el tratamiento a la mujer es claramente discriminatorio “no podíamos salir solas, nos disuadían de hacer trabajos de fuerza...”. Nahia Ruiz ha animado a “hacer voluntariado nacional e internacional porque es una experiencia de vida más satisfactoria para uno mismo, que para los demás”.
Mar Calvet Carbonell, delegada de enfermería, ha destacado el “esfuerzo, dedicación y pasión del voluntariado” y ha recordado con emoción los consejos de su abuela cuando le decía que “ hay que saber mirar dentro de uno mismo y de las personas”, y también elegir “algo bonito que compartir con las personas”, en su caso ella eligió ser enfermera.
Agradecemos desde Manos Unidas Valencia a todo el equipo de la Facultad de Enfermería de la Universidad Católica de Valencia habernos cedido este espacio para mostrar las causas de los más empobrecidos del planeta.